martes, 8 de diciembre de 2009

Petrificada

Hundida en el vacío que me recuerda vidas anteriores.
Con ganas de todo y nada a la vez. Harta de estar harta.
Cansada y aburrida de perder a cada paso el sentido voluptuoso de la vida. Y aún así tener que seguir.
El límite se distorsiona, cuando mis ojos buscan alcanzar el horizonte.
Hasta mis sábanas se han enfriado entre las emociones retorcidas.
Será el tiempo quien me salve; quien me regale las ganas que se han ido.
Serán los cambios un camino de vida y una forma de mezclar; que sin ello poco o nada me queda.
Anclada. Una vez más, conmigo hecha piedra.
Otros días; otros tiempos...