Mirar tus ojos desnudos y no sentir
miedo.
Amarrarme a tus caderas, aún
escurridas
y volver a desearte.
y volver a desearte.
Saberte mío,
volverme tuya.
Un instante.
Nunca más que un instante.
Mucho, es demasiado.
Demasiado es muerte.
Muerte es no volver a tenerte.