viernes, 7 de enero de 2011

Sin manuales para el amor


Con vos me quedo, a cruzar las líneas de lo fantástico y lo soportable. Jamás creí que fuera tan duro, que me enojaría porque mis bragas están revueltas con tus calcetines, que vivir sin puertas haría que mi intimidad pendiera de un hilo. No tuve en cuenta que los dos estamos creciendo, no supe calcular las cifras, ni las luchas, ni el mal humor, ni las faltas de ganas.
Venía sin manual de instrucciones.
Sin embargo, compartir el café de la mañana tampoco lo había imaginado, recibir un mate en la cama extendido por tu mano no sabía que existía. Tantos años de vivir sola, y creer que conocía,me sentía importante, fuerte, tantos años de ejercer de gilipollas no son fáciles de hacer a uh lado. Pasan factura. Y aún así te encuentro a vos. Sí, no es sencillo... ¿quién dijo que lo sería? Joder claro que no lo es!! mas tu, amor mío, me enseñas a hacer tortilla de patatas y disfrutarlo; a terminar una colada y no por ello sentirme la maruja de turno. Vos cariño, tatuás en mi cuerpo que “nuestro” es todo aquello que compartimos. Que juntos no somos uno más uno, sino un espiral de energía capaz de crear un mundo, pequeño, fugaz, único. No importa como carajos sea, es un mundo!!! y con eso me basta Amor. Que por primera vez no es mío. Es nuestro, escrito con chocolate en la puerta de la nevera.
Nuestro salpicado en las sábanas colmadas de sexo.
Nuestro, susurro en silencio antes de dormir cada noche. Así prendí a conciliar el sueño.