miércoles, 12 de agosto de 2009

Completa


Después entendí. No estoy partida a la mitad; estoy completa.
Necesité sus besos en mi espalda; sus manos en mis pechos, sus piernas entrelazadas, su lengua en mi sexo, su verga en mi garganta; sus palabras en mi alma, sus ojos en los míos, sus pies descalzos.
Busqué en sus sueños, olí sus miedos; me hundí en su pecho, me clavé sus dagas; tragué su néctar dorado, hirviente; me bañó en la cara.. Bebí de su vida. Mordí sus dedos, teñí sus sábanas de mi sangre, perdí la cabeza y la recuperé en la esquina; lloré y vomité odio. Corrí asustada y salpiqué sus paredes de anestesia. Me asustó asustarlo y grité fuerte; -después- .. lamí sus pies suplicante. Entregué mis nalgas, y no guardé barreras, aullé, tapó mi boca y lo hice más fuerte; me quedé sin aire; y respiré.
Y sólo así, sólo así, pude voltearme y saber que lo vería. Mover mi mano sólo para sentir la suya, sin buscarla; simplemente lo sabía. Y sólo así me volví libre. Y sólo así entendí, por fin, que soy completa.